A pesar de lo importante que es acudir de forma habitual con el dentista para que éste nos ayude a mantener una buena higiene bucal, hay muchas personas que no suelen hacerlo. Las razones para decidir no ir con el especialista son varias, y aquí te presentamos las principales.
Miedo al dolor
Quizás la más común de todas es precisamente ésta: el temor al dolor. Y es que a pesar de que la mayoría de los procedimientos dentales no son invasivos ni dolorosos, la creencia popular es que sí lo son.
Este mito suele deberse a varios factores, como pueden ser experiencias personales de dolor con algún doctor (sea dentista u otro tipo de especialista), o incluso algún amigo o familiar que nos haya contado de su propia mala experiencia con el médico.
Un estudio realizado en 2004 dio como uno de los resultados que alrededor de 30 por cierto de los pacientes entrevistados sienten temor al dolor. Uno de los temores de acudir al dentista es que a medio procedimiento el efecto de la anestesia se termine, y comencemos a sentir el dolor.
Vergüenza
Otro de los principales motivos por los que la gente decide no ir al dentista es la vergüenza. De hecho, un estudio del mismo año arrojó que 27 de cada 30 pacientes mencionaron a la vergüenza como una razón fundamental por la cual no van con este especialista.
Desde luego que se trata de una causa bastante razonable, pues cuando uno va al dentista deja su boca totalmente expuesta para que el médico la inspeccione. El temor aparece principalmente cuando la gente piensa (o sabe) que no tiene una buena higiene bucal, y tiene miedo de que el dentista lo juzgue por este hecho.
Pérdida de control
Finalmente, otra razón más es la sensación de pérdida de control que experimenta el paciente en el consultorio. Esto sucede debido a que mientras está siendo revisado o se le está realizando algún tipo de procedimiento, el paciente no tiene control de lo que sucede en su boca, y de hecho lo más común es que ni siquiera pueda decirle al doctor lo que piensa (si siente dolor, o tiene alguna duda).