Primero que nada, es importante dejar en claro que no existe solamente un tipo de fibroma bucal, sino que en realidad se trata de varios de ellos. En general y de forma muy resumida, un fibroma bucal es una lesión que se presenta en el tejido fibroso, la cual es posible remover con una pequeña cirugía, y en la mayoría de los casos resulta ser benigna.
Respecto a las causas que provocan la aparición de los fibromas, éstas varían dependiendo del tipo que se presente
Aunque existen varios tipos de fibromas bucales, algunos de los más comunes son:
- Fibroma por irritación. También conocido como cicatriz hiperplásica o hiperplasia fibrosa local, es el tumor más común en la cavidad bucal. Se origina ya sea debido a traumatismos crónicos como el mordisqueo de labios, o a irritación ocasionada por prótesis mal adaptadas o con acrílicos defectuosos.
- Fibromas odontogénicos. Es el fibroma que aparece como resultado de una alteración presentada durante la formación dentaria.
- Fibroma osificante (FO): Se trata de una lesión fibro-ósea no muy común, la cual se localiza comúnmente en la parte posterior de la mandíbula. Mayormente se presenta en mujeres de mediana edad, aunque su aparición es poco usual.
Sea cual sea el tipo de fibroma con el que cuentes, lo importante es realizar una biopsia para que la lesión pueda ser retirada, y posteriormente sea enviada a estudios histopatológicos para su análisis y que así puedan decirte con exactitud de qué tipo de fibroma se trata.
Aunque como ya comentamos en la mayoría de los casos los fibromas suelen ser benignos, no será sino hasta en el momento en el que se cuente con el resultado de los análisis, cuando podrá descartarse toda posibilidad de una lesión maligna o premaligna, en cuyos casos la única opción sería eliminarla a través de una cirugía.