Espera. ¿Tus dientes no son tan blancos como los actores y actrices de la televisión o las películas, ni como esas chicas que aparecen en los anuncios publicitarios? Pero no sólo no son tan blancos, ¿sino que además tienen un tono amarillento? Felicidades, eso significa que eres una persona con dientes amarillos, al igual que la gran mayoría de la población mundial.
Y esto no es precisamente ni “malo” ni “bueno”, simplemente significa que, al igual que mucha gente, tienes al menos alguno de los hábitos culpables del cambio de color de los dientes.
Pero como seguramente querrás que tus dientes sean cada vez menos amarillos y más blancos.
Aquí te enlistamos las principales razones por las cuales se te ha dificultado conseguir esa sonrisa de telenovela que tanto quieres:
- Consumir de forma habitual alimentos como las bebidas azucaradas, el café, el té negro, el vino, las uvas e incluso las salsas, además de fumar, invariablemente provocará que en tu esmalte dental comiencen a aparecer manchas intrínsecas, o en español, que se vuelvan amarillos. Esto sucede debido a que estos alimentos contienen muchos cromógenos, el cual es un pigmento que se pega a los dientes haciendo que cambie su color.
- Una mala higiene bucal. Mientras menos te laves los dientes, será más probable que dejen de estar blancos. Tan simple como eso.
- Algunos enjuagues bucales prescritos para tratar la gingivitis, así como la utilización del flúor en una cantidad excesiva, también son causantes de que los dientes sean cada vez menos blancos.
- Genética. Para bien o para mal, nuestros genes determinarán muchas cosas de nuestra vida, o mejor dicho, nos harán más propensos a tal o cual cosa, por lo que si en tu familia hay varias personas con dientes amarillos, es probable que tú también termines por unirte al equipo.
- La edad. Entre más años tengamos, el esmalte dental se irá desgastando, lo cual lo hará lucir más traslúcido ocasionando que el color de la dentina sea más visible.
Ahora que ya sabes todo esto seguramente tú mismo podrás responder, si no es que ya lo hiciste, a la pregunta con la que comenzamos este artículo: ¿por qué tengo los dientes amarillos?