¿A estas alturas quién no ha escuchado ya sobre la existencia de los cepillos eléctricos? Hoy día es muy habitual ver este tipo de cepillos en los anaqueles de las tiendas y las farmacias. De igual manera es muy común saber de muchas personas que tratan de evitarlos, sobre todo porque piensan que son muy complejos de usar y prefieren seguir con su cepillo “manual” de toda la vida.
Si este es tu caso, aquí te contamos cómo utilizar el cepillo eléctrico de forma correcta, para que de una vez por todas le pierdas el miedo y veas lo fácil y práctico que resultan para tu higiene bucal.
Lo primero, como todo aparato eléctrico recargable, es precisamente asegurarnos que tenga carga antes de comenzar. Algunos cepillos cuentan con una luz indicador del nivel de carga.
Al usar un cepillo de dientes eléctrico recargable, no es necesario ejercer mucha presión. De hecho, hay cepillos que cuentan con sensores especiales para avisar cuando realizamos demasiada presión. Basta con guiar al cepillo mientras el cabezal realiza la limpieza mediante suaves movimientos.
El cepillado comienza con la parte externa de los dientes. Hay que pasar el cabezal del cepillo de manera lenta de un diente a otro, manteniéndolo apoyado durante unos segundos antes de cambiar de diente. Debemos seguir el contorno de cada diente así como la curva de las encías.
Una vez terminado con la parte externa, hay que hacer lo mismo con la interna, y posteriormente con las áreas masticatorias de los dientes al igual que con la parte posterior de los dientes traseros.
El cabezal debe ser pasado sobre las encías y a lo largo de la línea de la encía, siempre sin presionar con fuerza. Se recomienda frotar el cabezal sobre la lengua y el paladar, de atrás hacia adelante, para ayudar a combatir el mal aliento.
Una vez terminado con el cepillado, debemos enjuagarlo como cualquier cepillo de dientes. Hay que remover el cepillo del soporte, y colocarlo bajo el chorro de agua por unos cuantos segundos, y luego volver a colocar el soporte para que se seque.
Finalmente, hay que regresar el cepillo a la base o al cargador, para verificar que esté cargado y listo para volver a usarse.