El cepillo de dientes es indispensable para cuidar nuestros dientes pero… ¿Cómo debemos cuidar al cepillo de dientes?
Esta es una duda muy recurrente, cuya respuesta la deberíamos conocer todos, pues estamos hablando de un objeto que introducimos todos los días a la boca, por lo que siempre debe estar lo más limpio posible.
De acuerdo a investigadores de la Universidad de Manchester, Inglaterra, el cepillo de dientes es un verdadero nido de gérmenes, pues se ha encontrado que al estar destapado, puede llegar a contener más de 100 millones de bacterias, entre las que destacan la bacteria E. coli, la cual puede causar diarrea, y las bacterias estafilococos, que pueden provocar infecciones en la piel.

Aunque esta cifra pareciera alarmante, la realidad es que existen cientos de microorganismos en la boca todos los días. Para empezar, la placa que removemos de los dientes es bacteria, lo que significa que al cepillarnos estamos trasladando estas bacterias al cepillo de dientes.
A pesar de lo anterior, los problemas comienzan realmente en el momento en que no existe un balance saludable de bacterias en la boca.
Algo que se debe tomar muy en cuenta, es que así como no debemos comer después de ir al baño sin lavarnos antes las manos, tampoco debemos cepillarnos los dientes con las manos sucias.
Y hablando de lavarnos las manos, algo con lo que se debe tener mucho cuidado es el lugar donde guardamos el cepillo, siendo una regla de oro jamás hacerlo cerca del baño, debido a que cada que se jala de la cadena del inodoro éste manda muchas bacterias al aire, las cuales podrían terminar en el cepillo de dientes y en última instancia, en nuestra boca.
Una vez que se realiza el cepillado, hay una serie de medidas que se deben tomar para su cuidado.
Para comenzar, es importante mantenerlo siempre enjuagado después de utilizarlo, para evitar guardarlo con las bacterias que recién removimos de nuestros dientes. Además, deben de permanecer en posición vertical con las cerdas en la parte posterior, en vez de orientadas hacia abajo.
Los cepillos de dientes deben estar siempre al descubierto, por lo que a pesar de que existen en el mercado cubiertas especiales, éstas pueden crear un caldo de cultivo húmedo para las bacterias, lo que nos lleva a otro punto importante que es mantenerlo siempre en seco, puesto que las bacterias suelen albergarse en los ambientes húmedos.
Por último, es muy importante jamás compartir el cepillo de dientes con nadie, ya que al hacerlo existe la posibilidad de también compartir los gérmenes. De hecho, tampoco es recomendable si quiera guardar el cepillo de una persona en la misma taza, ya que se con el mero roce podrían intercambiar gérmenes.