Antes de hablar sobre el consejo en sí, es importante dejar en claro qué es la cirugía oral y maxilofacial. Se trata de una especialidad de la odontología la cual está encargada de diagnosticar y realizar el tratamiento (médico o quirúrgico) de distintos defectos, enfermedades y lesiones, que pueden afectar tanto estética como funcionalmente los tejidos de la cavidad bucal, así como las estructuras de la región maxilofacial, es decir, la cara.
Las enfermedades y lesiones que trata esta especialidad, son: trauma facial, patología y lesiones bucales y de los maxilares, dolor facial y desórdenes de la articulación temporomandibular, implantes dentales, entre otras.
Hablando de El Consejo Mexicano de Cirugía Oral y Maxilofacial como tal, es una asociación de carácter civil, la cual es reconocida por el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas, que a su vez está conformado por miembros de la Academia Nacional de Medicina de México y la Academia Mexicana de Cirugía. El Consejo Nacional de Educación Odontológica, dedicado específicamente al campo de la odontología., es otro órgano que también reconoce al Consejo.
Los objetivos del Consejo son elevar los estándares de calidad de los especialistas en cirugía oral y maxilofacial, garantizando así que los pacientes tengan el mejor tratamiento posible ante cualquiera de sus necesidades. Su fin último es el de certificar a los cirujanos maxilofaciales que deseen ejercer esta especialidad en México.
Todo aquel cirujano dentista que desee tener la oportunidad de hacerse acreedor a la certificación por parte del Consejo Mexicano de Cirugía Oral y Maxilofacial, deberá primero finalizar de forma satisfactoria un curso de residencia hospitalaria (de 4 años) de cirugía oral y maxilofacial, el cual puede haber sido realizado ya sea en México o en el extranjero, siempre y cuando este cuente con reconocimiento universitario y se encuentre avalado por el consejo.
Para aspirar a su certificación, el solicitante deberá cumplir con varios requisitos previos, como lo son el comprobar su dedicación de al menos 4 horas al día a la práctica (institucional o privada), así como un resumen de bitácora quirúrgica, entre otros más. Para consultar la lista completa de requisitos, pueden visitar la página oficial del Consejo. En caso que la solicitud sea aprobada, lo siguiente para finalizar con el proceso de certificación será presentar un examen en tres etapas; examen teórico, casos clínicos y examen práctico, y desde luego aprobar cada uno de ellos.