Contar con dientes blancos es normalmente una meta, incluso una obsesión para muchas personas. Y hasta cierto punto, resulta algo comprensible. ¿A quién le gusta ver a alguien con diente amarillentos o con manchas negras? Exacto, a nadie.
Lo que sí resulta incomprensible e incluso debería ser inaceptable, es que en muchas ocasiones la gente recurre a métodos que sí, nos pueden llegar a entregar como resultado una dentadura blanca y reluciente, pero como efecto secundario termina por volver más sensibles a los dientes a causa del daño provocado al esmalte.
Sencillamente no podemos permitirnos buscar una solución a un problema, la cual termina por ocasionarnos otro problema que a la larga podría ser incluso peor.
Antes de buscar cómo blanquear los dientes naturalmente sin dañar el esmalte, algo que deberías considerar es reducir el consumo de aquello que contribuye a volverlos amarillos. Estamos hablando de bebidas como aquellas que son endulzadas con azúcar, el café, el vino, el té, los arándanos y el tabaco.
En el otro extremo de la moneda, poco a poco aumenta las dosis de frutas y verduras. Alimentos como las manzanas, el apio y la colifor, ayudan a mantener unos dientes blancos (y saludables), limpiándolos mientras masticamos, además de estimular la producción de saliva y proteger las piezas dentales de aquellos ácidos dañinos para el esmalte.
Optar de manera exagerada a los tratamientos blanqueadores tradicionales, o incluso a métodos caseros usados de manera frecuente, puede arrojarnos una sonrisa deslumbrante, pero también una con el esmalte bastante dañado.
Otro ejemplo de métodos peligrosos para la salud dental es la luz láser, la cual es altamente efectiva, pero sí es aplicada por alguien inexperto incapaz de calibrar la potencia del instrumento termina por ser bastante perjudicial, esto debido a que se trata de un método en el que para lograr el blanqueamiento se penetra a los tejidos dentales.
En resumen, las mejores formas de cómo blanquear los dientes naturalmente sin dañar el esmalte son: disminuir el consumo de alimentos que provocan la aparición de manchas, aumentar el de los que los blanquean, y optar por remedios naturales.